Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2018

Una mañana como otra cualquiera.

Abrió los ojos, la misma visión de todos los días. Un techo de nailon marrón por el cual pasaban unos pequeños haces de luz. Su compañera la araña le daba los buenos días. Se levantó con desgana, cogió su neceser. Abrió la desdentada cremallera que hacía de aislamiento entre él y el campo. En su parcela, dos árboles le daban sombra. Una cuerda deshilachada era su armario. De ella colgaba una percha con un traje azul marino pulcramente planchado.   Hasta los aseos había un paseo de arena, a los lados, caravanas y tiendas de campaña indicaban que ya llegaban las vacaciones. Entró en los aseos. Estaban vacíos.  —¡Qué raro!  Pensándolo bien así era mejor. Hacía tiempo que no cagaba solo… Terminó de afeitarse. Se estaba poniendo un poco nervioso, el silencio era excesivo. Recogió los trastos de aseo y salió del baño. Estaba cerca de la zona del bar, se acercó para ver si había alguien por allí. Era extraño, a esa hora siempre había gente tomando el cafelito con churros. Oyó voces lejanas,